Artistica

-Guion.

--En  este cortometraje escogí hacer un monólogo basándose en en hector habad  gomez y dándole un enfoque diferente a su historia.


-Trazando la memoria:



-En lo más profundo de mi ser, llevo una carga que me pesa como una losa, una memoria que se niega a desvanecerse, como un eco constante resonando en el fondo de mi mente. Soy el testigo de un pasado olvidado, pero que no puedo permitir que el mundo olvide. Soy el protagonista de una historia trágica, una historia que me ha moldeado y me ha dejado cicatrices que jamás desaparecerán.


Soy consciente de que el tiempo avanza inexorablemente y las personas se desvanecen en el olvido. Pero yo, Héctor Abad Gómez, me rebelo contra esa corriente implacable. Mi padre, Héctor Abad Faciolince, fue un hombre excepcional, un defensor apasionado de la justicia y los derechos humanos en medio de una época oscura en mi amada Colombia.


Recuerdo sus enseñanzas y sus palabras llenas de sabiduría. Él me inculcó la importancia de luchar por lo que es correcto, sin importar las consecuencias. Mi padre creía en la igualdad, en la educación como un medio para transformar vidas y en el valor de cada ser humano. Su voz resonaba en mi cabeza y, a pesar de haber sido silenciado prematuramente, sigue hablando a través de mí.


A través de mis recuerdos, intentó reconstruir su imagen, su sonrisa, sus gestos. Pero, sobre todo, intentó preservar su legado, esa llama incandescente de amor y justicia que él encendió en mí. En un país azotado por la violencia y la indiferencia, mi padre se convirtió en un faro de esperanza, un recordatorio constante de que todos merecemos un futuro mejor.


La historia de mi padre se entrelaza con la historia de mi país. Cada palabra que escribo, cada pensamiento que plasmó en papel, es un intento desesperado de capturar la esencia de su vida y transmitirla a las generaciones futuras. A través de mis palabras, buscó dar voz a aquellos que fueron silenciados, a los que se llevaron consigo historias de sufrimiento y resistencia.


La memoria es un regalo frágil que debemos proteger y preservar. A veces, siento que la memoria de mi padre se desvanece lentamente, como una vieja fotografía expuesta al paso del tiempo. Pero en cada rincón de mi corazón, sé que su espíritu sigue vivo. Es mi deber recordar, es mi deber contar su historia, aunque duela y me haga confrontar la realidad de su ausencia.


-Lo grabaría en el interior de una habitación caracterizado como hector habad gomez.




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